martes, 26 de octubre de 2010

No one but me can save myself

A veces me pasa con esa gente que tiene la mirada triste y profunda. Veo tanta melancolía en sus ojos que me gustaría correr hacia ellos y aliviar todo su dolor con el abrazo más fuerte que fuese capaz de darles.
Pero seguramente no necesiten el calor de cualquiera. Lo más probable es que haya solo una persona en el mundo que pueda hacer que su sufrimiento se diluya. Y, por lo pronto, yo no soy esa persona para nadie más que para mi misma.
It seems to mem always mileaway

looking for my old face

2 comentarios:

  1. aunque no cure como el abrazo de esa persona que esperas, que alguien tenga esa empatia contigo alivia

    un latido olaya :)

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  2. Buena entrada.

    Supongo que yo soy uno de ésos que necesita un buen abrazo, porque siendo franco soy uno de esos infelices que van por la calle caminando por inercia y con la mirada triste y, posiblemente, perdida.

    Y resulta irónico que tú escribas esto, pues la única persona que ha conseguido eliminar temporalmente mi sufrimiento fue una chica asturiana con la que tuve una breve pero intensa relación. Tiene gracia que entre todos los lugares de España tengas que ser también de Asturias.

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