lunes, 20 de septiembre de 2010

Mis días son sin luna

Muchas veces no sé si son las personas, mi imaginación, o el tiempo quien me juega malas pasadas.
Los acontecimientos me confunden, y las personas parecen ser tan simples que, al final, son imposibles de comprender.
Suelen querer lo que no tienen, desear lo que poseen los demás y despreciarlo una vez lo consiguen. Y, aunque prototípica, no deja de ser una conducta ilógica.
Por eso me cuesta distinguir cuándo desean, cuándo aman, cuándo quieren de verdad, y cuándo simplemente se encaprichan.
Cuando besan, lo hacen muchas veces por capricho. 
El capricho mata. Lo besos por capricho son veneno.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Hopeful glitter injection

He dejado de escarbar el pasado con los dientes.
Hemos dejado de saludarnos cada día, para despedirnos sin remedio dos minutos después.
Estamos dejando al tiempo escaparse, al aire colarse entre ambos, a las palabras dormirse en la garganta y a los labios dejar de temblar al escupir recuerdos.
Y hoy por primera vez no me importa. Hoy, por primera vez en años, en años, sí, en años!, acepto que mi corazón no es tan volátil. Ya no.
En lo que a ti se refiere, al menos.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Wish I may

Te quiero aquí. Así de sencillo. A mi lado.
Quiero darte todos los abrazos que tuve que contenerme cuando no te conocía. Cuando intentaba pasar a tu lado, con el pelo hacia delante y la mirada baja, deseando que me mirases, pero que no vieras mi estúpida sonrisa. Esa que me ilumina la cara cada vez que te recuerdo.
No sé si te quiero. No puedo saberlo, pero me gustaría que estuvieras aquí para ayudarme a descubrirlo.
Ven... por favor, ven. Y deja que te abrace, que pueda contar contra mi pecho tus latidos.
Déjame comprobar si nuestros corazones laten acompasados.

martes, 7 de septiembre de 2010

Dancing for rain

Me estoy descongelando y eso podría ser fatal. Todo el frío, reconfortante y agradable, que había conseguido arroparme todo este tiempo se está yendo. Toda la fuerza me ha abandonado y todo lo que creía que no volvería a sentir, a pensar, vuelve a dormir a mi lado. 
Me cuesta respirar con tanto fracaso adherido bajo la piel. Con tantas lágrimas que se me escapan, que quieren ver más allá de mis pestañas.
Sin querer me he abandonado al otoño que aún no llega y he vuelto a caer. En lo mismo, en la misma mierda, la de siempre.
Estoy bebiendo cada gota de lluvia, y no es suficiente.